Como sabes, en nuestro despacho vas a encontrar los servicios de notarios y registradores en Beniguasil, para ayudarte en lo que necesites. A lo largo de los diferentes posts que hemos publicado en nuestro blog hemos hablado de algunos de ellos. Pero en esta nueva entrada queremos centrarnos un poco en la propia historia del notariado en nuestro país, para explicarte brevemente su origen y desarrollo.

Es en el siglo XIII, con el Fuero General de Jaca y el Fuero Real de Castilla, cuando se otorga a la carta sellada por el notario la mayor autoridad. En las Partidas de Alfonso X el Sabio se considera el Notariado una función pública. De ahí que se regulara la actuación con unas bases que se mantienen vigentes hasta 1862, cuando se promulga la Ley de Unificación, que aún sigue vigente.

No obstante, los orígenes de esta figura se deben buscar en los escribas de Egipto, que se encargaban de la redacción de documentos del Estado y, en algunas ocasiones, también para los particulares. Esos escritos tenían validez en el caso de que contaran con el sello de un sacerdote o de un magistrado de similar nivel jerárquico.

No obstante, es a partir de Grecia y Roma cuando se empieza a esbozar la figura del notario que, en realidad, surgió en la Universidad de Bolonia en el siglo XII.

Recuerda que, si estás buscando notarios y registradores en Beniguasil, puedes acercarte a nuestro despacho.

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