Como despacho de notarios y registradores en Benaguasil, queremos aprovechar este espacio para hablarte acerca del origen del testamento.

El término testamento procede del término latino “testario mentis” o testimonio voluntario, por el cual un sujeto en vistas a su muerte, prevé lo que quiere que se haga con sus bienes cuando tal hecho ocurra. También puede incluir actos de tipo extrapatrimonial como el reconocimiento de hijos.

En la Roma clásica, se podía dar manumisión a los esclavos por testamento, lo que los convertía en el mismo acto en herederos necesarios, por lo que se veían obligados a aceptar la herencia.

Como despacho de notarios y registradores en Benaguasil de referencia, queremos que sepas que el testador ha de ser una persona capaz. En la Roma monárquica, tenía la opción de disponer de sus bienes a su antojo, llegando incluso a poder desheredar a su familia directa. Este sistema fue cambiando hasta reconocerse porciones llamadas legítimas para los herederos legitimarios o forzosos, de las que el causante o testador no puede disponer.

Cuando se nombran sucesores universales en el testamento, o sea en todos los bienes o en una porción no determinada de ellos, y no en bienes particulares, el individuo designado para recibirlos es el heredero, y tiene vocación de universalidad.

En caso de que otro heredero renunciara a la herencia, su parte aumentaría. Si se designa un sucesor particular, a quien se le deja uno o varios bienes o derechos determinados, se le llama legatario.

No dudes en contactar con la notaría Salvador García Guardiola.